Subiendo a los cielos (Laura P.) |
Era un reputado vidente, capaz de anticipar a cualquier persona los acontecimientos que le pudieran deparar.
Un día, inquieto por su propio futuro, invocó a "Tiresias el adivino de Tebas", sobre el fogón puso a hervir un cazo con agua y unos granos de café. Tras retirar la olla y observar los posos con detenimiento no fue capaz de interpretar los augurios y profecías que le deparaban los dioses, las huellas del café no estaban claras.
Confiando en su clarividencia extrajo un mazo de cartas de tarot y las extendió boca abajo siguiendo un orden y un murmullo.
Antes de preguntar al más allá por su futuro bienestar encendió una vela sobre la mesa.
El presagio le llegó cuando ya era demasiado tarde, había olvidado que en el más acá siempre hay que cerrar el gas.
La cocina explotó.
Era reputado vidente, a lo mejor, para los demás, para él le entraron dudas, de lo que se deduce que un vidente tiene que acudir a un colega para intentar aclarar su futuro.....
ResponderEliminarCreo que es más fácil saber de los demás que de uno mismo
EliminarJijjiji.Jooo!!Tito me parto.
ResponderEliminarDe iluminados está el mundo repleto, pero ¡ahí de aquellos que no ven mas allá de sus bigotes!, pues de ilusión también se vive. Un abrazo
ResponderEliminarMe encanta que tengáis un minuto para leerme y que os guste.
EliminarMuchas gracias
Buenísimo 😂🤗
ResponderEliminarImaginaba que tendría algo que ver con una tal Laura P.
Que arte tienes, padre. Admiro muchísimo quién eres y cada paso que das en esta vida. Gracias por estos regalos, es un placer leer lo que sale de tu alma.
¡Vaya chute de motivación que me das!
ResponderEliminarGracias y encantado de que te guste