Ojalá venga Supermán

(Cuento)

Esta humanidad necesita ayuda, ojalá venga Supermán

Ver a la superheroína (A.P.)

    Supermán es el superhéroe más famoso, valiente y atrevido del mundo de los cómic, es capaz de enfrentarse a seres malvados que poseen cualidades y fuerzas aterradoras que a menudo son de origen desconocido, desafía a villanos con poderes radioactivos o galácticos que amenazan la tierra porque quieren quedarse con todos sus recursos o están empeñados en esclavizar a la humanidad, a veces combate contra seres ruines que buscan aumentar y sentir el poder o tiene que acabar con aquellos perversos que están obsesionados en destruir por destruir.

    Supermán ya está cansado y añora un poco de paz y espacio personal, lleva muchos años en una lucha sin cuartel contra el Mal y otros desastres, debe dejar protagonismo a nuevos protectores del universo, necesita que le hagan el relevo.

    Salir del mundo de la ficción no es tarea fácil, para ello debe atravesar multiversos y mundos paralelos y desentrañar infinitas paradojas de la luz, solo así podrá alcanzar el mundo real.

    Con empeño y esfuerzo ha conseguido cruzar el umbral espacio-tiempo, ahora se siente libre.

    De momento no quiere exponerse a la humanidad real. Medio oculto se ha apostado junto a una farola como lugar de avistamiento.

    En breve detecta que en el "mundo de la realidad" las cosas no son mucho mejores, aquí también hay personas infames y malhechores deseosos de poder, ladrones y asesinos; policías, jueces, empresarios y políticos embadurnados de corrupción, de despotismo y de todas las formas propias del hampa que cualquiera se pueda imaginar.

    Si lo llega a saber no viene, piensa, pero ya que está aquí tendrá que extender su capa y volver a desplegar todos sus superpoderes; tiene mucho trabajo por hacer y es probable que requiera un esfuerzo más arduo que el que lleva años desarrollando entre viñetas. 

    Una niña se aproxima a la columna de hierro, le ha visto bajo el foco de luz y le ha reconocido enseguida, parece nerviosa, entusiasmada, quizá asustada, acelera el paso, según se acerca se hace más grande y cuando el tamaño de la pequeña ya es enorme se agacha y dirige su gigantesca mano hacia él. 

    La muchacha acaba de encontrar la pegatina de su segundo personaje favorito, la sacude y la pega en su carpeta preferida

    -¡Junto a Spiderman!

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