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viernes, 13 de octubre de 2023

Luces de la ciudad -City lights-

 (Sugerencia para ver Peli)

    Por ejemplo se puede ver en YouTube con rótulos en castellano.
    Si no la han visto véanla y si ya la han visto vuelvan a verla.
    Tragicomedia romántica.
    Déjense sentir.

    Antes de seguir leyendo y antes de que visualicen la película, quiero ayudarles a recordar algunas escenas como son la del mitin, frente al escaparate, en el ring de boxeo, durante el intento de suicidio del hombre rico, la conducción del coche, el cabaret y el puro, la fiesta de navidad y el pito, los ladrones... y, como no, la que algunos dicen “uno de los finales de amor más hermosos jamás contados”; de verdad, esperen hasta el final y enamórense de los rostros de Charles Chaplin (el vagabundo) y Virginia Cherrill (la florista).

    Recientemente han regresado, vía YouTube, algunas imágenes bien guardadas entre los recuerdos de mi infancia, de las que estoy seguro que siguen formando parte de mi pensamiento, de mi manera de emocionarme y de entender el mundo en el que vivo: Luces de la Ciudad.

    Siendo un niño veía con alegría el “cine cómico” programa que de forma intermitente se proyectaba en VHF por la Televisión Española de la época.

    -¡Cine cómico!- gritaba mi hermano avisándome o quizá era yo el que le gritaba para avisarle, una excusa suficiente como para dejar de lado los deberes escolares durante unos minutos, no podíamos permitir que se nos escaparan esas divertidas imágenes.

    Los rótulos que anunciaban en la pantalla "cine cómico" o "minutos cómicos" aparecían en letras blancas sobre una cartulina negra.

    Con los ojos de la infancia nos reíamos con esas tiras cómicas, unas herramientas narrativas que más tarde serán emuladas con nombres como TikTok o Reel o Gag o tráiler.

    Lejos de parecernos grotesco aquellos minutos nos hacían reír e inmediatamente nos poníamos del lado tierno del protagonista, siempre víctima de esa sociedad que relataban las escenas.

    Los personajes a veces eran un poco tontos, bastante optimistas, casi valientes, con tendencia a sufrir todo tipo de accidentes; sus tiernas personalidades y sus inocentes formas de ver la vida les situaban siempre a merced de gente furiosa, ricos pomposos, mujeres dominantes, policías autoritarios o jefes ambiciosos con escasa actividad cerebral.

    Eran trocitos de películas de Charlie Chaplin con su personaje Charlot o de Buster Keaton y sus acrobacias para las que él se negó a utilizar dobles o especialistas, también estaba Harold Lloyd que junto a los anteriores formaron el triunvirato del cine mudo; por supuesto no me puedo olvidar a Stan Laurel y Oliver Hardy, el dúo cómico denominado en español El Gordo y el Flaco. Entre otros.

    Era un cine lleno de surrealismo y de humor físico, que utilizaba múltiples golpes con o sin tartas, choques de automóviles y cientos de situaciones y sorpresas más o menos insólitas de los personajes que conseguían la hilaridad del público.               

    Desde ahí se crearon prototipos de lo que luego sería todo el cine de comedia.

    El primer gran cómico del cine es sin duda el actor francés Max Linder (Gabriel-Maximilien Leuville; Saint-Loubès, 1883 - París, 1925) actor cómico de cine mudo francés. Fue la Referencia y el Maestro del que bebieron otros muchos cómicos de su época.

    Cuando el cine era mudo, las imágenes se acompañaban con música clásica en directo con una pequeña banda de músicos que tocaba a la vez que se veía la película o con pianos o con gramófonos. Las melodías servían para evitar los silencios y dar vida a las imágenes. Además de acompañar a la acción la música disminuía el ruido que producían el desenrollado de las bobinas de las cintas, más tarde se elegirán los temas musicales en función de lo que se está viendo en la pantalla.

    La primera película sonora fue “The Jazz Singer” (El cantor de Jazz) dirigida por Alan Croslan estrenada en 1927 en EEUU. Con sonido sincronizado. En los albores del cine no solo eran los temas técnicos los que había que resolver; uno de los problemas de este largometraje fue sortear que en el cine de la época la audiencia no creía que los intérpretes afrodescendientes fuesen adecuados para presentarse en el teatro frente a un público blanco y es por ello que en este film utilizaron un “blackface”, intérprete blanco con la cara pintada de negro y los labios pintados en blanco para interpretar música de raíces negras ante un público blanco sin ofender su sensibilidad.

    Hablar de cine cómico y cine mudo es hablar de Charles Spencer «Charlie» Chaplin y su personaje Charlot.

    Nació en Londres el 16 de abril de 1889 y murió en Vevey, Suiza de demencia senil el 25 de diciembre de1972.

    Charlie se exilió en Suiza en 1953 y se declaró ciudadano del mundo y traficante de la Paz.

    En las primeras décadas del siglo XX eran las clases bajas las que iban al cine.

    Chaplin manejaba las emociones, tomaba una idea simple y sobre ella iba tejiendo diferentes situaciones, gags disparatados y tiernos, sumaba diferentes momentos cómicos hasta conseguir lo que se proponía, una mezcla de drama y comedia. Su personaje     Charlot es cómico desde el primer segundo, con sketches elaborados y estudiada escenografía, Charlot juega con dominio con el lenguaje corporal del cine silente y nos muestra sus desventuras.

    Luces de la ciudad es una película muda aunque sonora y sincronizada con la melodía La Violetera. Le seguirán otras películas en una evolución que irá desde el cine mudo con acompañamiento musical hasta la incorporación definitiva de diálogos.

    Película estadounidense estrenada en 1931 escrita, dirigida e interpretada por Charlie Chaplin. Después de casi 190 días de rodaje. Protagonizada por el mismo Chaplin en el papel del eterno vagabundo, y por Virginia Cherrill, tuvo que afrontar la revolución del cine sonoro. Chaplin solucionó el enigma de la voz de su personaje, convirtiendo Luces de la ciudad en una película muda, con música de orquesta en directo que sirve para acelerar y desacelerar el ritmo de las escenas.

    Ocupa el puesto número once en la lista de las cien mejores películas elaborada por el American Film Institute en el año 2007

    Chaplin utiliza su maestría para hacer fácil lo difícil, realiza múltiples ensayos y experimenta con lo cotidiano, lo repite hasta lo inaudito para conseguir su relato y arrancar una sonrisa al espectador. Chaplin es un creador, son los albores del cine y casi todo está por inventarse. Es bueno, muy bueno en su trabajo, en la dirección, el guión, el montaje, la música y la producción y sobre todo un intérprete genial.

    La vida en los años 30 no era sencilla, sobre todo si eras vagabundo.

    Charlot es un vagabundo que se enamora de una chica ciega, vendedora de flores y cuya familia atraviesa problemas económicos. El protagonista hará lo imposible por conseguir su amor, aunque suponga aceptar trabajos donde corra peligro su propia integridad física.

    El destino hace que surja una irregular amistad entre el vagabundo y un hombre rico de la ciudad; con ello el vagabundo enamorado se convierte en el benefactor de la chica.

    Es una dura crítica social hacia lo que somos en realidad, lo que nos hace sacar lo peor de nosotros mismos a la vez que plantea si es posible que un vagabundo tenga derecho o aspire a una mejor vida por el hecho haber realizado una buena acción.

    Charlot experimenta la falsa gratitud y la verdadera naturaleza humana, personificada en la dualidad entre su bondad y la hipocresía del resto de personajes que sólo lo juzgan por su aspecto.

Escena final Luces de la ciudad
 
   El recorrido por donde transita Luces de la Ciudad está entre lo mejor y lo peor, entre las mansiones y las casuchas, entre los barrios más nobles y los peores suburbios.

    Luces de la Ciudad relata hechos, acciones, con escenas duras para intentar remover conciencias y cuyo resultado es una narración atemporal válida para el día de hoy, una obra maestra para ser recordada y en la que seguir fijándonos, donde seguir aprendiendo y donde buscar una sociedad mejor.

    La pantomima ha sido siempre el medio de comunicación universal incluso antes que naciera el lenguaje hablado.

    La pantomima es útil cuando los lenguajes hablados no son suficientes para resolver la ignorancia.

    Talento y ternura, solidaridad, decencia, humildad.

    Luces de la Ciudad es una película que se dedica a mostrar los hechos dejando que sea el espectador el que haga las valoraciones, consiguiendo con ello que la crudeza de algunas escenas, como la final, remuevan conciencias. Chaplin consiguió crear una película actual un siglo más tarde, una obra maestra que siempre será recordada.

    Título Original.- City lights

    Año.- 1931. Duración.- 87 minutos. País.- EE.UU

    Director, guion, montaje, música, producción.- Charles Chaplin

    Fotografía.- Roland Totheroh (B/N)

    Producción.- United Artists

    Intérpretes.- Charles Chaplin (el vagabundo), Virginia Cherrill (la florista), Florence Lee (la abuela), Harry Myers (el millonario), Hank Mann (el boxeador), Eddie Baker (el árbitro), Allan García (el mayordomo), Henry Bergman (el portero)



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