The Banshees of Inisherin
Este largometraje comienza en tragicomedia, avanza en drama y termina en lamento.
La película no nos dejará indiferentes y no habrá que esperar sobresaltos.
La sala grande facilitará la percepción de todo lo que ofrece el filme, la música, la fotografía, el texto, los interminables paisajes, la expresión de los rostros y la interpretación de todo el elenco, fantástica.
Nada más comenzar la historia lo hace con la música de fondo de Le Mystère Des Voix Bulgares: Polegnala E Todora, el espectador se predispondrá a sentir emociones.
Protagonistas, además de los enormes artistas, son los propios paisajes de Irlanda, las imágenes de las ventanas desde el interior o el exterior, los huecos de las puertas, los acantilados, las penumbras, un burro enano o un violín entre otros.
La narración se ubica en Irlanda, en la isla ficticia de Inisherin durante la Guerra Civil Irlandesa de 1923.
De la guerra que acontece en la Isla Grande solo llegarán los sonidos y los destellos de las explosiones mientras que la vida en Inisherin seguirá su curso, un curso eternamente repetido.
Colin Farrel encaja de manera suave la personalidad de Padriac y Brendan Gleeson consigue con su personaje Colm que la empatía del espectador baile entre posiciones de estar a su favor y de estar en su contra.
Cuando llegue el acontecimiento más descabellado, que lo hay, no habrá que rechazarlo, habrá que interpretarlo como una caricatura, una metáfora que habla de la incapacidad y su desesperación para encontrar un sentido a la vida.
Padraic pasea entre verde, cielo y mar, la vida fluye, todo está en armonía hasta que llega a la casa de Colm.
La historia da comienzo a través de la ventana y con la indiferencia de Colm.
Padracic está confundido, extrañado, él no recuerda haber reñido pero entonces ¿por qué no abrió la puerta? se pregunta camino del pub, aquí tampoco entienden qué puede pasar; Padraic y Colm son dos amigos de toda la vida, toda la isla lo sabe.
Una amistad que deja de serlo, Colm ha decidido inesperadamente poner fin a su amistad con Pradaic. De esta anécdota, quizá pueril, se sirve el autor para hablar de lo humano y ahí está una gran parte del valor del guion, de algo tan sencillo ser capaz de colgar una narración tan contundente.
Apoyado por su hermana Siobhan (Kerry Condon) y la inocencia de su otro amigo el joven Dominic (Barry Keoghan), Padraic intenta obstinadamente reparar la relación pero sus repetidos esfuerzos solo sirven para reforzar la decisión de su antiguo amigo hasta el punto de que Colm le da un ultimátum tan absurdo como espeluznante y así los acontecimientos se irán precipitando e intensificando, las consecuencias serán impactantes.
Ser el dueño de uno mismo.
Colm quiere silencio, quiere componer la obra que da título a la película y lo consigue, porque nadie “recuerda a las personas amables, pero sí a Mozart”. En el fondo busca esconder la vacuidad de su vida detrás de Padraic.
El guion se apoya en la torpeza emocional de las personas, en la dificultad de construir un presente y un futuro, en aquellos "limitados de inteligencia" con la incapacidad para comprender un mundo pretendídamente anodino, en esas conversaciones intranscendentes junto la barra de un bar, en el uso del cotilleo como bálsamo a la necedad, en un policía déspota y abusador con su soledad buscada y merecida y que pretende tener buena relación con un cura que aunque este podría ayudar no lo hace; tampoco ayuda esa persona que anuncia las catástrofes y a base de anunciarlas las provoca; el guion nos habla de una guerra no tan lejana de la que se han olvidado las causas y que seguramente resurgirá por algún otro motivo, también nos presenta a una chica inteligente y preparada que necesita sentir, volar y escapar y nos habla de un hombre inteligente al que se le escapa la vida entre lo cotidiano y el aburrimiento pero antes de irse quiere dejar una huella y trascender.
Las decisiones tienen un efecto propio y en terceros, es fácil herir a los demás incluso a uno mismo y tener razones para ello.
De refilón un suicidio y el asesinato de una mujer a manos de su esposo, una anécdota que apenas sirve para entretener un dia más a los paisanos.
La isla está habitada por la soledad, el miedo, el deseo de sentirnos queridos y apreciados, la impotencia y la ira contenida.
Pádraic ocupa el segundo lugar, detrás de Dominic, en un ranking sobre la incapacidad de comprender las relaciones humanas, las emociones y los conflictos apenas complejos que envuelven sus vidas. Para ellos la vida es mucho más “sencilla”, es amabilidad, trabajo, pintas de cerveza, una borrachera de vez en cuando y el amor de una hermana, o un amigo o los animales; ellos no conocen el odio ni el mal pero la incomprensión desata la ira y el desamor.
Qué es insustancial y qué es esencial cabe preguntarse ¿Una burra, un perro, una mentira, un amor no correspondido, una amistad, una obra de música,...? y ¿la amabilidad y la verdad?, Dominic lo soporta casi todo pero no admite que su amigo pueda ser igual que los demás.
Al finalizar la película hay un amanecer pero ya no queda nada. Ha sido una sucesión inevitable de pérdidas de esperanza, la única que prevalece es la de la hermana, ella es la única persona del pueblo capaz de encontrar y provocar una solución.
La vida será un valle de lágrimas si no la enfrentamos, si nos quedamos parados mientras la oscuridad y la amargura nos devora .
Los diferentes personajes representan esta humanidad tan nuestra y tan repetida, representan la continuidad de ser y seguir siendo en la naturaleza y en su amabilidad; representan la necesidad humana de dejar huella y de ser reconocido; nos habla de la libertad para ser, explorar y crecer; nos señala la inocencia que solo busca que alguien te quiera y sentirte amado; la queja del existir por existir en una vida llena de intranscendencia y de banalidad o de llenar los vacíos y los huecos del alma con las desgracias ajenas; nos recuerda a aquellos que ostentan el poder ejerciendo el despotismo y la maldad; nos hacen una crítica acerca de observar y no intervenir dando por hecho la inevitabilidad de los acontecimientos
Cuando finalice el largometraje tendremos la sensación de haber sentido una mano deslizándose por nuestra columna vertebral desde la parte lumbar hasta el cuello
para deshacerse ligeramente con los dedos en nuestra cabeza, sin interrupciones, muy lentamente. Antes de levantarnos de la butaca esa mano abrazará un mechón de nuestro cabello y lo apretará y nos hará
algo de daño.
Siguiendo tus instrucciones la he visto esta tarde,no en pantalla grande que le vamos hacer.
ResponderEliminarYo desde luego estoy con Padraic, en un sitio así tenía lo que necesitaba, en la isla grande había una guerra, el fallo fue el pensar que sin su amigo no podría seguir la vida placentera que llevaba, por otro lado Colm le echa la culpa de su frustación, incluso jugándose los dedos de una mano, forma de asegurarse que su antiguo amigo se sienta totalmente culpable, hubiera sido mejor que el también tuviera "inteligencia limitada" para vivir en esa isla.
Queda claro que leer es muy importante como nos hace ver Siobhán siempre y sobre todo en un lugar como el de la pelìcula.
Gracias por la sugerencia.
Gracias a ti Vicente por compartir tu opinión ayudándome así a mejorar esta sugerencia para ver una película.
ResponderEliminarMe gusta que me leas y compartas tu reflexión .