¡ El próximo viernes algo nuevo !

Nada nuevo pero seguro que encuentras algo entre los diferentes relatos para volver a leer (migración, lgtbiq+, memoria histórica, justicia, amor y muerte...)

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Por la paz

Aquellos que hacen daño en el nombre de Dios irán al infierno en el nombre de su Dios. Contra el cruel genocidio que Israel y los cómplices que le apoyan están ejerciendo sobre el Pueblo Palestino.

viernes, 28 de abril de 2023

El mayordomo y La Dama del Velo Negro

 (Microcuento)

tres seises (A.P)

   -Buenas tardes Señor Duque, esta vez no va a ganar la partida ¡nunca más la ganará!

    De esta manera fue avisado el Señor Duque nada más entrar y seguidamente fue invitado a sentarse en la salita.

    A los pocos minutos se escuchó una clamorosa risa de Don Jaime el banquero y a continuación una ficha se movió con seis saltos sobre la mesa de juego tal y como había marcado el dado.

    -¡Ja!

    Tras unos segundos, aún exaltado por la fortuna y generosidad del hexaedro, Don Jaime dijo en voz alta:

    -¡En el mundo actual solo queda espacio para los ganadores, suena a rancio tanta sangre azul y tantas tradiciones, hace falta un poco de modernidad!

    Como si de un ritual se tratase sopló sobre su mano cerrada y con un giro brusco de muñeca realizó un nuevo lanzamiento. 

    Cuando cesó el tintineo sobre el tablero

    -¡Ja!

    Don Jaime el banquero lanzó una nueva carcajada desplazando la figurita otros seis recuadros y así, preguntando por preguntar, le dijo a Sebastián el Mayordomo

     -Sebastián ¿a ti no te parece que el mundo necesita menos contemplaciones con tanta jerarquía y estos señores de vida regalada, no crees que ya es hora de hacer justicia y conseguir una renovación social de verdad?

    Un sillón arrastra las patas, un silencio solemne, una pausa.

    El mutismo se rompió con las palabras del banquero mientras regresaba a su butaca y ordenando al Mayordomo que le sirviera uno de los mejores vinos.

    Cuando Don Jaime volvió a sentarse en su sillón limpió el cortaplumas con un pañuelo y lo introdujo nuevamente en el cajón de la mesita.

    -Al Señor Duque tráigale lo que le pida, si es que aún le quedan ganas para celebrar algo.

    Sebastián abandonó su posición de firmes y con su acostumbrada rectitud hizo un giro sobre si mismo y se dispuso a satisfacer el consabido deseo de Don Jaime cuando estaba contento. Sin perder la vista al frente el mayordomo apartó, empujando con un pie, el cuerpo acostado del Señor Duque sobre el suelo teñido de sangre. Sus ojos desorbitados parecía que gritasen.

    Al minuto el Mayordomo apareció bajo el arco de la puerta con una bandeja y una copa de vino y mientras avanzaba con sigilo por la salita observó por tercera vez como el "dado cargado" danzaba indeciso en interminables vueltas sobre el tablero.

    Con un gesto Don Jaime apremió a Sebastián para que procediese y, tras ocultar una sonrisa, quizá su primera sonrisa, el Mayordomo colocó la copa sobre la mesa frente al sillón preferido del banquero.

    Sebastián se alejó unos metros y alcanzó a escuchar la voz de Don Jaime

    -¡Seis!...

    -¡Aaaag!

    Un estruendoso golpe llenó la salita. Sebastián el Mayordomo se giró sin sobresaltos y observó a medio beber la copa derramada, regresó sobre sus pasos, apoyó un frasco de cicuta sobre la madera y pellizcó sosegadamente una de las fichas repiqueteándola seis veces sobre seis recuadros, justo hasta llegar a la garita de La Dama del Velo Negro, la última casilla del tablero.

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8 comentarios:

  1. Este le he tenido que leer seis veces.jajaja.El juego ya sabes que no trae nada bueno .

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    1. Esme, ten cuidado con ello, espero que no lo hayas leído las seis veces en voz alta porque es ahí cuando llega la maldición.

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  2. En mis tiempos al sacar seguido seis tres veces, se iba uno a casa, pero jugábamos sin la casilla de Dama de Velo Negro por si acaso.

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    1. En este caso más que en el parchís yo pensaba en el número de la bestia o del diablo 666, pero pensándolo nuevamente creo que el mayordomo no es un diablo ¿No crees?

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    2. La sonrisa de Sebastián en la primera versión es posible que hubiera aclarado mas, pero como ya esta mañana me has abierto los ojos, ya no puedo saber si con solo la sonrisa, y además la cicuta, lo hubiera entendido mejor
      Supongo que lo nuevo es la sonrisa y la cicuta, sino vaya chasco.
      Desde luego el mayordomo no es un diablo, no tuvo mas remedio que actuar así, su jefe le dijo que había que hacer justicia.....

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    3. Gracias Vicente, has estado muy atento a los cambios. La ventaja de escribir en la web es que hay posibilidad de corregir

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  3. Tambien le dijo: ¡... suena a rancio tanta sangre azul y tantas tradiciones, hace falta un poco de modernidad!.. es natural que obedeciese y modernizase

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  4. A mí me da que a Sebastián el mayordomo no le gustó como terminó el siglo XIX en Francia.

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