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Nada nuevo pero seguro que encuentras algo entre los diferentes relatos para volver a leer (migración, lgtbiq+, memoria histórica, justicia, amor y muerte...)

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Por la paz

Aquellos que hacen daño en el nombre de Dios irán al infierno en el nombre de su Dios. Contra el cruel genocidio que Israel y los cómplices que le apoyan están ejerciendo sobre el Pueblo Palestino.

viernes, 3 de febrero de 2023

Árboles de Paz -Trees of Peace-

 (Sugerencia para ver película)

Árboles de Paz   -Trees of Peace -

Directora: Alana Brown
Reparto: Eliane Umuhire, Charmaine Bingwa, Ella Cannon, Bola Koleosho y Tongayi Chirisa.
Netflix 2022 (EE.UU)

Ruanda.    
África, origen, vida, naturaleza, riqueza, cultura, belleza, colores, inmensidad, sencillez y DRAMA.

    Árboles de paz habla de un pasado y está basada en hechos reales. Es una film de época, pero de una época reciente, de una enorme historia reciente, es una película de las que nos sirven para aprender de los mismos errores de los que no conseguimos aprender. Una historia de la que para una gran parte del mundo tan solo tuvo "cierta importancia".

    Sin utilizar un estricto argumento biográfico la trama solo necesita servirse de algunos hechos para urdir y mantener la atención del espectador y sumergirle en un diminuto y único espacio. Para ello, para percibir el terror y para percibir la intimidad, el trabajo ha requerido de las actrices un plus de proximidad y de enfrentarse al encerramiento y a pesar de lo abultado y grotesco del guion nada disuena en sus caras ni en su voz.

    Un único decorado, el argumento, la acción, el tempo y el escaso movimiento en tan limitado escenario también podrían resolverse en forma de obra teatral.

    Y si en teatro existe la cuarta pared en este caso se ha contado con una cuarta pared dinámica, que va cambiando según donde se ponga el foco de la narración sin provocar ninguna distracción, además cuenta con el refuerzo de una cámara cenital que cada vez que se proyecta encoge el alma del observador.

    Si un largometraje es dramático, humano y que habla de esperanza podemos estar hablando de este y de otros muchos sobre otras tantas historias de guerras, pero en este texto no hay épica, los pequeños alivios de la narración son el ofrecimiento que se hacen así mismas los personajes y el acierto de encontrar otra utilidad para un trozo de cuerda y para un abrelatas.

    Cuatro mujeres en una bodega que es una celda. Cuatro mujeres con carnets étnicos distintos, cuatro personas con sus vidas, con el sonido del horror, del miedo y del hambre, de los juegos y de las confidencias; cuatro almas con los relatos de unas miserias numerosas veces contados.

    Al otro lado de la pantalla la interpretación encuentra y cautiva a los testigos de esas paredes que se funden en una, los atrapa con un ventanuco por el que llegan ruidos y voces que explican lo que está ocurriendo en el exterior sin apenas mostrarlo y les quita el aire cuando una trampilla se abre o se cierra llenándolo todo de incertidumbres. Quizá por el marco pueda aparecer la única salvación.

    Y así, el espectador aguanta las diferentes emociones sin querer huir y transita los noventa minutos entre la incredulidad, el dolor, el suspense, las intrigas personales, la claustrofobia y la imaginación.

    El testimonio de la brutalidad narrado sin prisas. Contra todo pronóstico lo coherente es abrazarse a la supervivencia.

    En la figura de los hombres se encarna el horror contra todos, sean hombres o mujeres. La cinta también regala a la silueta de un hombre la encarnación de la esperanza.

    El hilo narrativo va tejiendo empatía y confianza y, cuando está bien avanzada la cinta, desemboca en sororidad.

    Quizá esta película nos recuerda que hemos olvidado recordar y nos trae a nuestra razón la pregunta de dónde estábamos y tal vez la misma pregunta de dónde estamos.

    Para recordar lo que olvidamos recordar habría que preguntarse más sobre los hechos y buscar las respuestas que nos dimos en su día. Apenas queda el recuerdo de unas crónicas de barbaries en lugares lejanos, apenas quedan algunas primeras páginas o entradas en los noticiarios.

    ¿Nadie es responsable de su pasado?

    ¿Dónde estaba o por qué no pudo hacer algo más la ONU?

    ¿Las matanzas de Burundi?

    ¿Y Bélgica y su capital de Europa? ¿Y Alemania y Francia y Gran Bretaña?, ¿y la Europa de entonces?

    Estados Unidos y su CIA o el papel de China, Uganda y el resto de África y así hasta cuántos más.

    Políticos o mandamases que sembraron y no ayudaron, el proselitismo de la civilización blanca y la influencia de los popes de casi todas las iglesias y religiones, quizá no todas, quizá no siempre.

    Es la penitencia tras la confesión de un delirio sobre un mapa, son los trazos rectilíneos que abren el relieve de un continente hartamente saqueado y la herencia dejada por el hombre "civilizado".

    Entonces era por sus hombres y mujeres jóvenes, o por sus tierras fértiles, minerales, diamantes o metales preciosos y ahora..., y ahora...

    El desorden, el caos, el horror, el miedo, la desestabilización, la división sin sentido de hombres y mujeres, la división de negros y blancos o campesinos y ganaderos, carnet de HUTU o de TUTSI, todo le sirve a la necedad y a la estulticia humana, todo eso les sirve a los ambiciosos del poder y de la riqueza, ¡les resulta tan sencillo!

    Al resto, perezosos o ingenuos, al final víctimas y por descuido verdugos, nos vale con identificarnos simplemente distintos del otro.


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2 comentarios:

  1. Gracias a la curiosidad que me trasmitió tu sugerencia de película, he podido verla y llegar al momento que señalas: "-dónde estábamos y (...) dónde estamos."
    ¡A la espera de más recomendaciones!

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  2. Me alegra que mi sugerencia te haya podido animar o aportar algo.
    Leo con entusiasmo tu comentario, muy importante para mí.
    La película es un grito. Nos repetimos en la barbarie a sabiendas ¡...!, en sus múltiples formas.

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