Sobre Crónicas del Pleistoceno o lo que no contó Engels en el origen de la familia, la propiedad privada y el estado.
Anaya -Analectas-
Este texto de Roy Lewis (1913-1996), Inglés, periodista, sociólogo, economista y novelista se puede encontrar con diferentes títulos como La Evolución del Hombre, Por Qué Me Comí a Mi Padre o el Fin del Pleistoceno, entre otros.
"La vida de cerca es drama y de lejos comedia".La variedad de títulos es similar a las posibilidades que ofrece el contenido para su clasificación en la estantería, novela cómica, relato breve o novela corta, ensayo, ficción, ciencia, historia, antropología, didáctica...
Escrito en 1963 el autor utiliza lo primitivo como escenario para detallar con naturalidad lo que pudo ser y lo que es la sociedad. Nos pasea por las dificultades que ha tenido la humanidad para progresar y nos anticipa los efectos de nuestra intervención en el medio ambiente, tema muy contemporáneo.
Una narración sobre el más importante periodo de la evolución humana, el Pleistoceno Tardío, coincidente con la aparición del homo sapiens. Más de cien mil años condensados en las vivencias de una generación familiar.
El lector leerá una comedia si se ríe sin saber el por qué lo hace o leerá un drama si se detiene a pensar y reflexionar en el relato.
Bien podría servir como el guion de un monólogo de Gila o escenas de un Charlot prehistórico; exagerado y natural, tierno y cruel, ligero y complejo. Anécdotas entrelazadas con un toque quijotesco.
Cumple con lo cómico y cumple con lo crítico, nos aleja del consciente y mantiene abierta la puerta del presente.
Nuestra prehistoria disfrazada en un chiste, la evolución de la humanidad caricaturizada con unos trazos gruesos y sencillos.
Un lenguaje amable para el lector y la satisfacción de leerlo en esta época tan arisca para la humanidad donde los actuales depredadores apenas son unos minúsculos virus sin garras.
"Es muy difícil progresar mientras se mastica un cuarto delantero de caballo crudo", “discernir sobre las leyes que rigen la naturaleza” o preguntarse "¿qué otra cosa se puede hacer además de cazar?" y, claro, nunca olvidarse de que “uno mismo puede convertirse en la cena de algún depredador”.
"Ahora todo es obvio pero hubo que contemplarlo y preguntarse por ello una primera vez."
Tras pocas páginas de lectura nos abstraemos de la escala del tiempo y nos sumergimos en la narración de algo cotidiano.
Tan creíble y tan certero.
Utiliza personajes y estereotipos fácilmente reconocidos del comportamiento individual humano, y del grupo, una fotografía de la actualidad política y social.
Sufrimiento, esfuerzo, supervivencia, familia, protección, una historia universal.
La narración da valor al trabajo en grupo, a la protección del grupo, a la iteración con otros grupos, a la participación y aportación al bien común, a la atención de la diversidad de las personas en función de sus capacidades, a la colectividad, al sentido de pertenencia,... todos ellos son comportamientos clave para que hayamos podido evolucionar, sin perder de vista que el afán de satisfacer las necesidades básicas es el motor que nos empuja y no se olvida de aclararnos que si juntamos la necesidad y la cooperación, entonces, la humanidad se pone por encima de cualquier especie.
Es un chiste nada ingenuo, a veces bestia, tierno o absurdo pero con ojos muy abiertos.
Habla sin sutilizas de filosofía y de religión, de la identidad humana, de nuestra capacidad de autodestrucción, involuntaria pero destrucción, una mirada ambigua de una existencia que busca, sin saberlo, un sentido en medio del drama de la vida y busca la mejor versión de la humanidad.
Habla de "empujar los acontecimientos en lugar de ser llevados por ellos".
Y nos hace reír con este disparate histórico, sin carcajadas, enamorándonos de los protagonistas, donde cada lector puede identificarse con uno o más de los personajes.
La propiedad privada, la vivienda, el conocimiento, el comercio, La Clase, el poder, la supremacía, la servidumbre, los derechos de copy right y patentes, la involución, el progreso sin control, la ambición, la conservación de la tradición, lo religioso...y "una vez que se está en posición de ventaja hay que conservarla".
A pesar de todo la humanidad avanza, tiene la necesidad de descubrir y arriesgar, tiene la capacidad del aprendizaje, dispone de la inteligencia y del valor de la comunidad. Se sirve del afecto, del reconocimiento y valoración personal y de la capacidad para observar del entorno.
Sí, la especie humana avanza A Pesar de ella.
El autor encuentra la manera de hilar y encadenar historias o situaciones, el fuego, el mellado de piedras, endurecer las puntas de lanza, cocinar, las mascotas, el Arte Figurativo, las plantas comestibles, el Hecho Religioso, pasar de horda a tribu, la seducción y el cortejo, el amor, la política, la migración, la Región Palestina, profetas, apareamientos, América, La Cultura...
La evolución del hombre y de la sociedad desde la infancia a la madurez.
"Romper las normas para atreverse al futuro, el ánimo de la exploración hasta encontrar la conciencia y el sentimiento, saltarse frustraciones y vencer complejos".
"Eliminar las alternativas hasta dejar una sola pregunta, básica, que debe ser respondida"
Qué se puede decir de una historia en la que, con naturalidad nos dibuja el choque frontal entre el padre de la chica (Griselda) y un rinoceronte dando como resultado la pérdida de olfato del padre y terminando con el rinoceronte en los estómagos de la tribu.
Por destacar un capítulo el que habla sobre la necesidad del cortejo y de las primeras estrategias de la seducción y ser capaz de sobrevivir en el intento.
"No hay rosas sin espinas".
Sin ningún complejo se puede decir que las risas que provoca no son frívolas aunque surjan de la adversidad; como decía Chaplin
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